La pastoral en España

Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea (1ª Tim 3: 1)

La necesidad 

Hoy día la pastoral en España está viviendo uno de los momentos más interesantes que el movimiento sociocultural cristiano ha vivido; ya que en los últimos veinte años, los cambios efectuados son verdaderamente sorprendentes. La Iglesia evangélica protestante se ha multiplicado por ocho, convirtiéndose en la confesión de mayor crecimiento porcentual. Se sabe que hablar de números no es algo cómodo pero sí muy interesante pues existen 4 283 lugares de culto evangélico (cifras de 2017) de los cuales los últimos 3 000 han surgido en los últimos veinte años[1]. Esto lleva a pensar sobre la importancia del trabajo pastoral, y la gran necesidad de pastores para suplir esta demanda. 

El pastoreo 

El tema pastoral en realidad es un tema delicado, ya que al parecer la mayoría de los pastores siempre tienen la razón, por lo cual hay diversas opiniones, y esta sería una más sobre la situación actual. La iglesia española ha cambiado en los últimos veinte años: la inmigración, los cambios sociales y recientemente el COVID, son como una gran ola que ha llegado en un momento, y que ha llevado a realizar cambios que son difíciles de entender. Salir del status quo no es fácil, pero es aquí donde se debe “montar” sobre esta gran ola, y dejarse llevar por el camino que Dios quiere que se surca, y que se rompa con los paradigmas, que no es ir en contra del Señor, sino tal vez Él esté esperando que se hagan los cambios necesarios.  

Los cambios 

Uno de los paradigmas que debemos replantear, y que es uno de los más importantes, es la figura pastoral que se convierte en la “figura central”, donde todo gira a su alrededor; donde el pastor tiene que dar más del cien por cien, donde la esposa se convierte en la “pastora” –tenga llamado o no–. Pero lo que no es normal es el agotamiento, las excesivas horas de trabajo, las ansiedades, la depresión, el descuido familiar, el abandono ministerial, hijos de pastor que no quieren saber nada del ministerio. Esto, no es el mejor testimonio. 

No se trata de buscar nuevas formas o nuevos métodos, sino todo lo contrario, es caminar por los senderos antiguos y las claves que el mismo Señor Jesús dejó. Tiene que haber una renovación, un cambio de paradigma en la Iglesia de hoy. Vivimos tiempos tan cambiantes y globalizados que se requiere cambiar la centralidad del pastor a un grupo de ministerios (me refiero a ministerios dados por Dios: profetas, apóstoles, evangelistas, pastores y maestros) que puedan realizar su función con base en su llamado. Se le debe quitar la carga al pastor que realiza más funciones de las que puede sobrellevar. Hay que ser responsables delante del Señor. 

No se trata de sostener económicamente a varios ministerios ¡esto sería imposible! sino dejar fluir los ministerios que el Señor Jesús ha puesto en la Iglesia para edificarla, y que están ahí esperando ser reconocidos y madurados para ejercer su función. 

El cuidado

Si la responsabilidad como pastores es la de guiar al pueblo a ser luz y sal de este mundo, una de las áreas más descuidadas dentro de la Iglesia es el discipulado. La falta de este hace que las ovejas se vuelvan más y más dependientes, y no puedan madurar ni desarrollar el llamado de Dios a su servicio. Y no solo es dar las bases bíblicas sino madurar y desarrollar los dones y capacidades de la grey del Señor. Tarea nada fácil pero no imposible cuando cada uno entiende y obedece la tarea asignada a la Iglesia.

Los objetivos

Algunos puntos para pensar o meditar:

  • Claridad en la misión de Dios.  Entender el plan global de Dios y el propósito de Dios para cada persona.   
  • Fomentar fuertes relaciones dentro de la Iglesia. Es de suma importancia crear verdaderos lazos familiares, ser un ejemplo de unidad no de uniformidad, hacerlo visible al mundo. La evangelización es un trabajo que parte de nuestra comunidad hasta lo último de la tierra.
  • La salud tanto espiritual, física y mental es muy importante. Tiempo de descanso, ejercicio y relaciones afectivas sanas. Todo esto ayuda a tener un ministerio equilibrado. 

¡Pastor, no olvides que tu principal activo en el ministerio eres tú mismo!


[1] El Diariohttps://www.eldiario.es/sociedad/evangelicos-espanoles-catolicismo-verdadera-religiosa_1_1781781.html

Actualidad Evangélica 

https://actualidadevangelica.es/index.php?option=com_content&view=article&id=6857:el-numero-iglesias-evangelicas-en-espana-se-duplica-en-10-anos&catid=16:madrid